Para saber si un cachón está fresco cuando vamos a la pescadería, debemos fijarnos que que su carne esté brillante, suave y húmeda, además de tener un color blanco nacarado o pálido.
Para saber si un cachón está fresco cuando vamos a la pescadería, debemos fijarnos que que su carne esté brillante, suave y húmeda, además de tener un color blanco nacarado o pálido.